Trump y Biden, el Mal y el Bien terrenales

Trump/Biden, el Mal/el Bi(d)en.

     Durante los últimos días y hasta hace unos segundos he estado muy sorprendida ante la coincidencia de todos los medios de comunicación de masas (los Mass Media) alabando las bondades de Biden y censurando las maldades del otro (casi impronunciable por la censura). Trump como encarnación del Mal, y Biden del Bien.

Imagen de Pixabay

     En Europa ¿Cómo pueden coincidir medios tan diferentes incluso de ideología en demonizar a Trump y santificar a Biden? ¿Cómo pueden censurar al mismísimo presidente de un super país, al unísono televisiones y redes sociales? ¿Por qué hay mensajes y videos que aparecen hasta en la sopa y otros son borrados nada más publicarlos o en el mejor de los casos te impiden compartirlos? El gesto de sorpresa se me ha quedado tan fijo que me dan calambres al cambiar a modo incredulidad, que es mi gesto natural. 

    Vaya por delante la aclaración de que no soy estadounidense, no tengo negocios vinculados a aquel territorio (ni a ninguno, para pena de mis bolsillos) y si tuviera que elegir entre los dos candidatos creo que me exiliaría. ¡Vaya papeleta que tienen los electores! De lo que no hay duda es de que la participación en las votaciones ha sido altísima y muy reñidos (literalmente) los votos: mitad para uno y mitad para otro, como buenos hermanos, aunque porten armas. 

 Las alas cada vez mas blancas de uno y más rojas las del otro

     A ver, si cada candidato ha recibido más de 70 millones de votos ¿cuando demonizamos o santificamos no se extrapola a sus votantes? Si Trump es el malo... ¿lo son sus partidarios? Si todos no son malos o demonizables ¿es que son los más débiles y manipulables? ¿atontolinaos? (me gusta mucho la sonoridad de esta palabra y me moría por usarla, aunque fuera con calzador, perdona). Y lo mismo respecto a Biden, el bueno, y sus votantes ¿son los del sentido común y no manipulables?... 

     Si los candidatos son representantes de sus electores ¿no demonizamos y santificamos a los mismos? Es que me educaron en otra época, y me inculcaron el respeto a los representantes de los ciudadanos electos (también a los no electos, de sangre, pero no fui a clase esa semana por una gripe de las de antes y... ya me entiendes). 

Los presentadores son los nuevos jueces

     Es que tengo muchos años y tengo la idea de que para ser juez hay que superar una carrera de leyes y posteriormente unas oposiciones dificilísimas (cualquiera no vale para aprenderse tanta legislación y cómo interpretarla, y menos yo que me llevo fatal con las fechas). Soy tan antigua que hasta me da vergüenza ajena que los presentadores de tv se erijan en jueces decidiendo cuando cortar la emisión del mismísimo presidente de EEUU, emitiendo su juicio en directo ante millones de espectadores, y haciéndose eco de esa hazaña (cortar al presidente) los grandes medios de comunicación a nivel global; por otro lado, todo lo que hace Biden es alabado, hasta las caricias a los niños y niñas, porque es muy buen abuelo, padre, yerno (no sé si vive alguna de las dos suegras, pero seguro que dirían que es un santo), cuñado (no tardarán en asomar) y de todo.

En este siglo XXI, se ve que a todos los estudiantes de educación básica les imparten alguna materia de judicatura, dotándoles de la capacidad de juzgar a cualquiera. Debe ser eso por lo que hay tanta abundancia de gente emitiendo sus sentencias (que no opiniones, pues han sido uncidos por el espíritu santo del conocimiento y sin esfuerzo...¡qué envidia me dan! con lo que siempre me ha costado estudiar).

Personificación de la polaridad: el bueno y el malo

      Reconozco que tengo un defecto congénico: la duda, hasta existencial, fíjate tú. Sobre todo, ante determinados temas, cuando leo las mismas opiniones en medios diversos incluso en ideología, me asaltan alertas en modo de dudas: ¿por qué y para qué esta unicidad? Con lo que nos gusta discutir, esto es sospechoso ¿O no?

     Y yo, cada día, venga a darle vueltas al asunto cada mañana al mirar de seis a diez (según las ganas) periódicos online, y hacer zapping por los informativos de las principales cadenas tv. Si ambos candidatos estadounidenses tienen casi los mismos votos (que son un montonazo), habrá medios que apoyen también al "malo", aunque solo sea uno y por llevar la contraria. Pues no, en Europa no, todos los que he podido leer dicen lo mismo (con el irregular translate, me fijo solo en titulares e imágenes, así que mucha credibilidad no le doy) y admito que las cadenas extranjeras no las he visto porque no me entero de nada, pues lo malo de los subtítulos es que como te despistes una chispa pierdes el hilo, que ya de por sí es lioso en este tema político. Con los medios españoles sí he ido más allá de portadas y titulares, eh; incluso he hecho esfuerzos por ver alguna tertulia televisa, infructuosamente la verdad.

Si al belicoso Obama le dieron el Nobel de la Paz ¿el de Biden está en marcha?

    El no puede ser inicial ha ido evolucionando al pues sí que es, por muy inconcebible que me pareciera. Tal vez sea por la edad y me cuesta más comprender los cambios...  la cuestión es que al no enterarme bien me toca revisarlos por si acaso. Así hasta que he descartado que era yo la que no interpretaba bien los mensajes y que tal vez sea la primera vez que tantos medios diferentes se ponen de acuerdo en algo (bueno, la segunda, porque la primera sigue siendo felicitarnos el Año Nuevo).

      Ha sido y sigue siendo como un déjá vu informativo y mediático (disculpas por no acentuar correctamente el término francés pero es que no encuentro el atajo en el teclado para hacerlo, nací en la era preinformática). Vale, me queda clara la insistencia, Biden es el salvador. Entendido.

      Sin embargo, la duda revolotea mi mente, hasta el punto de preguntarme cuándo le darán el Nobel de la Paz, pues la campaña ya está hecha, marketing al mejor estilo Obama, quien no hizo más que pisar el despacho oval y le cayó el premio. ¿Qué no pacificó ninguna zona y que inició guerras? Una vez dado el premio ya sabemos, Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita y un premio así es mucho, y no se quita por una guerra más o menos  (recordemos a Obama, que una vez santificado fue de lo más belicoso).

¿Cómo se denomina la guerra iniciada por un Nobel de la Paz?

       Una duda (otra más, ya os dije), ¿los conflictos que promueve un Nobel de la Paz se consideran pacifistas?

     No niego que he estado casi obsesionada dandole vueltas a esta total coincidencia mediática: Trump es el Mal (aunque sea más de poner cuernos que de llevarlos, pero qué más da, cuernos son). ¿Por qué y para qué?, la primera pregunta está explicita en los medios, es el Mal. La segunda, para vencerlo. ¿Cómo se vence el Mal?

El Bi(d)en siempre gana al Mal

     Hasta que en un momento dado, no sé si de inspiración divina, me ha venido lo que ahora me parece una gran evidencia. Al Mal solo puede vencerle... ¡El Bien! aunque las primeras batallas las pierda, la última es suya. ¿Y quien daba pistas con su slogan "dejad que los niños se acerquen a mí? y lo lleva hasta en su apellido? Bi(d)en, que perdidas anteriores batallas por la presidencia esta sería su última oportunidad por edad, y estaba clara su victoria. 

    Es más, dada la aceptación universal del axioma el Bien gana al Mal, pilar de nuestra cultura, se podrían haber ahorrado estas costosísimas elecciones presidenciales de haber tenido en cuenta la edad del candidato: está clarísimo que es el ganador. Supongo que como en otros temas, es un mero formalismo para contentar a ateos y a algunos racionalistas quisquillosos que siempre hay en todos sitios.

"Dejad que los niños se acerquen a mí"

     Aleluya, lo entendí (soy dura de mollera y con los años no mejoro, la explicación estaba ante mis narices cada vez que lo leía y más cuando lo oía, pues la d apenas es perceptible. ¡Me cachis!

 Ahora voy a buscar información sobre cómo se denominan las guerras de los Nobel de la Paz. ¿Guerra pacifista? porque guerra pacífica no, seguro, no me encaja... ¿cómo se dirá?

 Un abrazo virtual (el permitido en la nueva normalidad).

  Pd: Escrito en clave de sorna y sin ánimo de molestar a nadie, aunque sea inevitable. A mal tiempo, buena cara, se dice en mi tierra.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Alegaciones a la Ley de Seguridad Nacional

En el puerto ondea la bandera blanca